Una novela y una película son como un espejo, refleja lo real, la experiencia, y la opinión de un autor. Nazarín es una novela (1895) y película (1959) que dan a conocer una historia realista con los mismos personajes pero diferentes experiencias y puntos de vista. Benito Pérez Galdós (1843-1920) autor de Nazarín representa la realidad de la sociedad de España en palabras. Luis Buñuel (1900-1983) interesado en el sueño, la locura, el rechazo de la lógica y lo moral, interpretó sus puntos de vista de Nazarín en una película al estilo mexicano. Los protagonistas revelan la cultura, el lenguaje, el cristianismo y la pobreza.
En la película Nazarín vemos lo mismos personajes que en la novela, la misma historia con diferentes escenografías y panoramas de la naturaleza, y un lenguaje más común al de México. Los protagonistas revelan la cultura, el lenguaje, el cristianismo y la pobreza. Los tres personajes más importantes son Nazarín, Ándara, y Beatriz. Nazarín es un clérigo honesto, humilde, limosnero, de facciones árabes, y no come por dar su comida al que tiene hambre. Ándara es una pecadora, loca, y sin vergüenza. Beatriz es un poco más guapa, joven, y sentimental. Nazarín es una novela con referencias de la cristiandad. Nazarín es el Jesucristo moderno, quien educa a Ándara y Beatriz como sus discípulos, viajan para ayudar al necesitado, y dedicar sus sacrificios al Señor de los cielos.
Todo empezó en un mesón lleno de pobreza; la calle de las Amazonas en Madrid, y en el Mesón de los Héroes en México. Donde vivía el cura a quien le robaron la ropa. La tía encargada del mesón, Chanfaina hablaba vulgar pero era buena persona que pensaba en el bien de los demás, especialmente en el clérigo Nazarín. En Madrid un reportero y en México un ingeniero electricista se interesaron en la vida de Nazarín, lo entrevistaron y lo juzgaron como un pobre clérigo loco, limosnero, vagabundo y lleno de imaginación.
Ándara llegó herida a la casa del padre en busca de refugio porque pensaba que había matado a una mujer en una pelea por una estupidez. Buñuel da un ejemplo del surrealismo cuando Ándara toma el agua sucia con la que el padre la curó, y después pide una botella de tequila. Nazarín es incapaz de mentir o de relatar a alguien, él está a dispuesto ayudarla por caridad. Ella tenía miedo que la denunciara y la encontraran. La Camella descubrió donde se escondía la pecadora. Chanfaina como siempre protegía al padre, les aconsejó que Ándara tuviera que seguir su camino sin dejar ninguna huella. La pecadora se ofreció a limpiar sus rastros mientras el padre hacía sus mandados. En la película Beatriz está presente cuando la loca de Ándara le pidió petróleo y prende en fuego la humilde casa del padre. El fuego convirtió en cenizas las pocas cosas que tenía el padre y dejándolo en la calle.
Él siguió su camino en busca de calma y reflección. En la novela vemos la importancia de la naturaleza, los paisajes, la lluvia, los campos, y el encuentro de un perro, en la película sólo vemos los sacrificios del clérigo. Entre esos sacrificios vemos en la novela el encuentro de él y Ándara, era una mujer que había envejecido como un espantapájaros, y en la película el encuentro de él y Beatriz. Él no estaba contento al ver a la pecadora ya que ella le causó problemas.
Como referencia a la cristiandad vemos como el clérigo fue el Jesucristo moderno; caminaba descalzo, el encuentro de Ándara y Beatriz representando a sus discípulos, ellas le nombraron Santo y le pidieron que hiciera el milagro de curar a la sobrina de Beatriz, hija de Fabiana. El clérigo sólo ofreció sus oraciones y vida por la salud de la niña. Al ver que la niña se recuperó Beatriz le confesó que estaba embrujada, Ándara le declaró enferma por un hombre, el Pinto, el clérigo le dijo que sólo eran nervios. A Ándara y Beatriz les creció la fe hacia el Santo Nazarín. Ellas decidieron seguirlo como peregrinas, le prometieron que iban a ser buenas, pedir limosna, y aprenderían la palabra del Señor de los cielos.
En la novela vemos como Nazarín es un hombre valiente y pide limosna a Don Pedro del Belmonte. Nazarín deseaba conversar con Belmonte; el primer intento, el Santo acompañado con sus dos discípulas fueron atacados por unos perros guardianes, el segundo intento, él solo fue. Armado Belmonte recibió al Nazarín con una invitación a que lo acompañara a la casa, y le hizo preguntas para amenazarlo y asustarlo. Belmonte trató mal a un sirviente y el clérigo le dio un consejo, Belmonte lo escuchó con respeto. El clérigo fue invitado a comer en el comedor más lujoso y tuvieron una plática sobre la ciencia, la filosofía, y la política. Belmonte confundió al clérigo por un obispo armenio en peregrinación que viajaba con dos mujeres, el clérigo no podía creer lo que escuchaba y no pudo defender su identidad. En la película la única referencia de esta escena es cuando el clérigo y las dos mujeres van en camino a auxiliar a la comunidad de un pueblo afectados de la peste y se encuentran a un general que obliga a un campesino que le salude.
En el camino hacia el pueblo afectado de la peste se encontraron a un niño muerto. Al llegar al pueblo el alcalde los recibió y les advirtió que solo tenían dolor y peste, no limosna. Nazarín quería servir y ayudar, Ándara y Beatriz sintieron nauseas y asco de toda la peste. En la película hay una escena de una pareja, Juan y Lucía, que no aceptaron la ayuda y los corrieron. Cuando se dieron cuenta que el gobierno mandó la ayuda al pueblo los tres bienhechores se retiraron.
Otra diferencia de escenas en la novela es la del castillo, en la película no vemos ningún castillo. Beatriz baja al agua y se encontró con el Pinto. Ella se sentía confundida, trasformada, con tentaciones, y con miedo de que el Pinto los buscara y los matara. Nazarín sospechó que Beatriz tenía algo que la molestaba, él se dio cuenta en sus rezos y miradas que relataban el mal encuentro entre ella y el Pinto. Esa noche Ándara bajó al pueblo a pedir limosna y agua, en su camino se encontró con su novio el enano Ujo. Ujo la estimaba, le contó que el Pinto los había relatado. Esa misma noche Pinto trató de subir al cerro pero por la neblina no pudo llegar. Al día siguiente los tres bajaron por el otro lado del cerro, pidieron trabajo a un grupo de labradores y recibieron una coneja, una perra, y una cruel despedida porque las mujeres sospechaban que eran malos. El Santo de Nazarín sentía compasión y amor como maestro por sus alumnas peregrinas, él las ilumina con su sabiduría.
Nazarín y Ándara fueron arrestados. Ándara defendió al clérigo, se volvió agresiva, y escupió a Ujo. El alcalde dijo que se llevaban preso al clérigo y a Ándara por el incendio, y que un juez de Madrid los reclamaba. Beatriz no fue arrestada pero decidió no dejarlos solos, ella conoció al alcalde quien era primo del Pinto, y también conoció a un guardia y le pidió la libertad, pero él se les negó. Mientras estaban en la cárcel llegaron un viejo y una niña, y los hombres que había robando a Nazarín. Un hombre le pegó al clérigo, Nazarín le dijo que respetara a Dios, lo perdonó pero le dijo que los despreciaba. El Santo mostró su cariño y bondad en la cárcel. Al final de la novela el Santo Nazarín confundía lo real y lo irreal; en su delirio vio la cruz y dijo que no merecía ser crucificado, dio misa, tomó la hostia y escuchó la voz de Jesús que le dijo que todo estaría bien. El final de la historia de Nazarín es diferente el de la novela a la película. La mamá de Beatriz la visitó en la cárcel y le dijo que Beatriz quería a Nazarín como hombre. Beatriz se volvió loca, gritó, y chilló de vergüenza. Beatriz se fue con el Pinto dejando atrás a sus compañeros. El clérigo y Ándara fueron separados. Nazarín perdió la fe, una mujer le regaló una piña en representación en que él termina creyendo más en el hombre que en el Señor de los cielos.
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